Placer y prudencia fueron los elementos que articularon el pensamiento del filósofo heleno Epicuro. La segunda parte clave de su hedonismo se suele pasar por alto, pero es tan importante como la primera. Lejos del fatalismo imperante en sus colegas atenienses, su visión logró perdurar. A su escuela la denominó el Jardín. Un lugar abierto que buscaba tanto alejar...